El contraste, como el término indica, se produce cuando en una composición los colores no tienen nada en común, no guardan ninguna similitud o existe una gran diferencia entre ellos. El contraste aumenta cuando esta diferencia es muy marcada y el contacto muy acentuado.
Contraste de tono
Cuando se emplean diversos tonos cromáticos, es decir, cuando se enfrentan dos colores distintos. Se trata de la diferencia de tinte que permite resaltar un color sobre otro distinto porque absorben y reflejan la luz de diferente manera.
Póster conmemorativo para Tuts+ Premium, 2009
Contraste de luminosidad
Se produce cuando se confronta un color claro y un color oscuro. Se suele emplear, por ejemplo, para contenidos textuales que deben destacar con claridad sobre el fondo en un cartel, un folleto, etc.
Behance Studio. Homenaje a la canción Gold Digger de Kanye West
Contraste de saturación
Se produce por la modulación de un tono puro saturado con blanco, con negro o con gris. El contraste puede darse entre colores puros o bien por la confrontación de éstos con otros no puros. Por ejemplo, si sobre un mismo fondo colocamos tres rectángulos con diferentes saturaciones de amarillo, contrastará más el más puro.
Drew Flaherty. Mapa de Sidney para Bugaboo
Contraste entre tonos cálidos y fríos (o de temperatura)
Se produce por contraposición entre colores cálidos (rojo, naranja, amarillo…) y colores fríos (azul, verde, violeta…).
Vendôme & Mistral. Portada para la novela
The Bar on the Seine, de Geroges Simenon, 2006
Contraste de complementarios
Se produce al colocar un color primario y otro secundario (el opuesto en el triángulo de color o en el círculo cromático), y, aunque cada uno de ellos resulta ser muy potente, los dos colores complementarios muestran un contraste intenso.
SM studio. Folleto para la pieza teatral
Los animales que mueren
SM studio. Póster para Becoming Minority, 2009